lunes, 2 de abril de 2007

Hace 25 años...y son ARGENTINAS!!!!

La tumba del orgullo argentino
(con el mas sincero respeto a nuestros caídos en combate)
Preocupada por el creciente descontento popular, por la crisis económica y los atisbos de reorganización de los partidos políticos, la dictadura que gobernaba Argentina desde 1976 vio en la recuperación de la soberanía del archipiélago una oportunidad para alargar su agonía.
Los jerarcas militares planearon una acción "incruenta", una operación sorpresiva y de pocos días de duración que obligara a los británicos, con dominio de las islas desde 1833, a negociar la soberanía. Pero la planificación se hizo sobre supuestos erróneos: "Pensaron que el Reino Unido no reaccionaría militarmente y que EEUU, al ser Argentina un aliado en la lucha contra el comunismo, les iba a dar su apoyo o ser neutral y forzar a los británicos a negociar", explicó el investigador Pablo Camogli, autor de Batallas de Malvinas , de reciente publicación.
sorpresivo asalto a las islas La operación estaba prevista para mediados de mayo de 1982, pero un incidente surgido el 19 de marzo cuando unos argentinos izaron la bandera nacional en las islas Georgias, también bajo dominio británico, apuró los planes. En la madrugada del 2 de abril fuerzas argentinas tomaron por asalto las Malvinas e instauraron allí un gobierno local bajo el mando del general Mario Benjamín Menéndez. Miles de argentinos vitorearon en Buenos Aires la decisión del entonces presidente de facto, Leopoldo Galtieri, quien apostaba porque los británicos accederían al diálogo.
Pero el 3 de abril, la primera ministra británica, Margaret Thatcher, despachó la flota hacia el Atlántico Sur, mientras que la ONU exigía el repliegue de las tropas argentinas y el inicio de las negociaciones. Nada de eso ocurrió y tras el fracaso de la diplomacia para abrir el diálogo, el 1 de mayo estalló la guerra con un bombardeo británico sobre Puerto Argentino, la rebautizada capital de las islas. Un día después, el conflicto vivió uno de sus acontecimientos más cruentos y polémicos: el submarino nuclear británico Conqueror hundió el crucero argentino General Belgrano en un punto del Atlántico que, según sostienen los suramericanos, estaba fuera del teatro de operaciones, por lo que tachan al acto, en el que murieron 323 argentinos, como un "crimen de guerra".
Las batallas, en mar, aire y tierra, se agudizaron y, si bien los argentinos destruyeron varias piezas clave de la flota enemiga, indefectiblemente la superioridad bélica británica se hizo notar y a principios de junio los argentinos iban perdiendo posiciones y se replegaban hacia Puerto Argentino, su ultimo bastión.
El 12 de junio, mientras violentos combates sacudían las Malvinas, en Buenos Aires, el Papa Juan Pablo II congregó a dos millones de personas para orar por la paz. Dos días después, ya sin poder de respuesta, Menéndez firmó la rendición argentina.
La victoria británica le permitió a Thatcher reafirmarse en el poder mientras que para Galtieri se tradujo en una inmediata salida de la presidencia y su reemplazo por el general Reynaldo Bignone, quien un año más tarde convocó elecciones, poniendo fin al sangriento régimen.
cuerpo a cuerpo En la guerra murieron 255 británicos, tres isleños y 649 argentinos, en su mayoría jóvenes de entre 18 y 19 años, "una proporción muy alta de bajas, incluso mayor a la de Vietnam, pues en Malvinas se luchó cuerpo a cuerpo y fue prácticamente una de las últimas guerras de trincheras", señaló Camogli. Según el investigador, Argentina movilizó a las islas 13.000 hombres, con una fuerza de apoyo de otros 10.000 en el continente, mientras que los británicos enviaron entre 11.000 y 15.000 efectivos al archipiélago, con otros 20.000 en barcos de aprovisionamiento y apoyo logístico fuera del teatro de operaciones.
Argentina estuvo a punto de implicar a España en el conflicto de las Malvinas, al enviar a Gibraltar un grupo de buzos para hundir navíos de guerra británicos en el Peñón. Fue una operación digna de novela de espionaje, con protagonistas absolutamente improbables para la época: montoneros -guerrilleros de izquierda- coordinados por un ex oficial de la Armada, uno de los cuerpos que más duramente reprimió durante la dictadura.
Las diferencias entre las dos fuerzas eran insalvables: Gran Bretaña contaba con un ejército profesional, tecnología avanzada -en parte provista por EEUU- y el apoyo de la OTAN. Argentina cometió errores estratégicos, como enviar reclutas inexpertos no adaptados al clima frío en vez de fuerzas de elite, y mantener a las tropas durante un largo período en trincheras húmedas y con insuficiente alimento. "Además, estructuralmente las Fuerzas Armadas argentinas no estaban preparadas para una guerra convencional pues su mayor objetivo estaba puesto en la lucha contra la subversión y la guerrilla", apuntó Camogli.
indulto Galtieri, el almirante Jorge Anaya y el brigadier Basilio Lami Dozo, miembros de la junta militar que gobernó Argentina durante la guerra, fueron condenados en 1986 por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas a 12, 14 y 8 años de prisión, respectivamente, por "negligencia" en la dirección de las tropas. El tribunal castrense los consideró responsables de "mantener en combate, una vez conocida la reacción inglesa, a las fuerzas propias en inferioridad de condiciones en relación al enemigo hasta la derrota final". En 1988 un tribunal civil confirmó el fallo condenatorio para los jerarcas, quienes un año más tarde fueron indultados por el entonces presidente Carlos Menem.
Los argentinos, que venían de un periodo de feroz represión, reaccionaron con euforia patriótica ante la guerra, cuyo desenlace no hizo más que agudizar el rechazo popular a la dictadura más cruenta de la historia del país. Desde entonces el país vive inmerso en un proceso de desmalvinización .

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